En una pequeña aldea vivían muy pobremente una mujer y su hija, apenas tenían para comer y vestían con prendas que le regalaban los vecinos. Karen era la pequeña hija y en verano aprovechando el buen tiempo andaba descalza, mas en el invierno solo podía ponerse unos zuecos que le lastimaban terriblemente pero que al menos impedían que sus pies tocaran el frío suelo nevado o helado. Muy cerca de ellas vivía una anciana zapatera que por navidad agarró unos zapatos viejos de bailarina que alguien había encontrado y que jamás nadie había venido a reclamar, y con unos trozos de tela roja cubrió aquellos zapatos y al lustrarlos lo hizo tan bien que parecían nuevos del todo, los envolvió en un periódico y se los llevó a Karen. Qué ilusión le hizo el regalo! No solo eran bonitos sino que le quedaban de maravilla, todos miraban para sus pies cuando caminaba por la aldea. Sucedió tristemente que la madre murió dejando a Karen sola en el mundo. El día del entierro caminaban todos detr
Cuentos de tradición oral respetando lo mas posible el original aunque le pongo mi toque personal.