Palabra usada sobretodo en Colombia y Venezuela.
Cualquier cosa que no se quiere mencionar o cuyo nombre se desconoce.
(Tráeme el coroto)
Caharro de cocina o de la vajilla.
(Voy a lavar los corotos)
Poder político.
(Ya el presidente tomó el coroto)
Sobre su origen hay dos anécdotas.
Guzmán Blanco fue un presidente de Venezuela al que apodaron "El Ilustre Americano" poseía un cuadro muy valioso que trajo de París pintado por el paisajista Jean Baptiste Corot. Al parecer y quizás temiendo que el personal de servicio no supiera apreciar tan valioso objeto y fueran a limpiarlo de manera inadecuada o que fueran a dejarlo caer, continuamente recomendaba a todos ¡cuidado con el Corot!
Entre el personal cada vez que a alguien le tocaba limpiar la habitación en la que el cuadro estaba colgado se recomendaban unos a otros: ¡cuidado con el coroto!
Otra relación con la palabra coroto se le atribuye al presidente José Tadeo Monagas, que al parecer en vez de uno tenía dos cuadros del pintor Corot a los que apreciaba mucho, y que cuando el presidente fue derrocado precisamente esos dos cuadros tan apreciados por él fueron arrastrados por las calles y la gente exclamaba "adios corotos"
Mercado de corotos.
Lavar los corotos
El afamado pintor Corot al que se le atribuyen los cuadros origen de la tan sonora palabra.
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