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El aguila y el nopal

 

 


 

Esta leyenda nos llega desde México y nos cuenta de como dejaron de ser aztecas para llamarse  mexicas y su peregrinación hasta fundar la ciudad maravillosa de Technotitlán.

 

Huitzilopochtli como hombre. 


Cuando los mexicas todavía no se llamaban mexicas y vivían en la ciudad de Aztlán eran entonces Aztecas.

Aztlán quedaba en una isla situada al norte, era próspera y grande.

Según cuentan las historias, los pobladores de Aztlán estaban muy afligidos pues había una casta que los dominaba, humillaba y sometía bajo su pie. 

Hubo un gran general Huitzilopochtli que viendo las vejaciones a que sometían al pueblo acudía con mucha devoción a adorar al dios Tetzauhteotl y rogaba pidiendo, oh gran Tetzauhteotl iluminanos, guíanos, sálvanos de este gran pesar al que nos someten, ayúdanos, muéstranos como hemos de evitar tanta perversidad que contra nosotros hay.

Cada día Huitzilopochtli acudía al templo a implorar el favor de Tetzauhteotl y una buena mañana oyó el canto de un pájaro cuyo sonido era: "tihuí,tihuí" y el pájaro no cesaba en su sonido, reparó Hutizilopochtli que en su idioma tihuiqué significa "vamos ya" y entendió que era el momento de partir, y salir de Aztlán.

Habló entonces Huitzilopochtli con el pueblo y decidieron que el dios Tetzauhteotl había dado su aviso y tomando la imagen de Tetzauhteotl y cargando con ella partieron de Aztlán en busca de una nueva tierra.   

No entendieron los habitantes de Aztlán  la petición del dios, pero Huitzilopochtli habló y les prometió que llegarían a una tierra nueva, donde prosperarían y llegarían a ser un gran pueblo. 

Pasaron muchos años peregrinando por la tierra y Huitzilopochtli alcanzó la vejez, llegando la hora de partir a la morada de los dioses.

Murió Huitzilopochtli y sus restos fueron transportados por unos hombres elegidos para ello y estos recibían órdenes en sueños de Huitzilopochtli que ya hablaba directamente con Tetzauhteotl y les dijo que se llegasen al cerro Coatepec y allí vivieran durante un tiempo en la ciudad de Tula. 

Vivieron pues, los pueblos emigrantes en esa ciudad durante muchos años.

Había en esa ciudad una mujer, Coatlicue - la madre tierra - que barría con devoción el templo y un día cuando estaba barriendo bajó del cielo una bola de suaves plumas y ella las guardó en su vientre pues quería seguir barriendo y de esa manera hacer penitencia , en ese momento quedó embarazada.


 

 

Huitzilopochtli como dios

 

Era Coatlicue la madre de todos los dioses, y madre de la vida y de la muerte, al quedar viuda decidió vivir en Coatepec y se dedicó a barrer el templo todos los días.

Al quedar embarazada por la bola de plumas que había guardado en su vientre Coatlicue dio a luz a Huitzilopochtli que nació armado y adulto. 

Huitzilopochtli ahora ya convertido en dios y al que el pueblo veneraba con mucha devoción y respeto, pues había sido su guía cuando fue hombre de carne y hueso al igual que ellos.

Coatlicue era madre de los 400 surianos y de Coyolxauhqui.

Los 400 surianos comandados por Coyolxauhqui pensaron que Coatlicue los había deshonrado al quedar embarazada por la bola de plumas y decidieron matarla.

Entonces Huitzilopochtli arremetió contra ellos y los mató a todos contándoles la cabeza y arrojándolos al cielo, desde entonces los 400 se convirtieron en las estrellas y Coyolxauhqui se convirtió en la luna.

Huitzilopochtli tras ganar aquella terrible batalla se convirtó en el dios del sol, quien da vida y energía, calor y luz, había nacido Huitzilopochtli de Coatlicue, la madre tierra, que se embarazó de una bola de suaves plumas que bajaron del cielo cuando se encontraba barriendo el templo.

Desde entonces Huitzilopochtli se convirtió en uno de los dioses que mas veneraban.

Huitzilopochtli era conocido también como Mexictli y los pueblos que por él fueron guiados empezaron a denominarse mexitin (los seguidores de Mexictli).

De Aztlán y bajo las ódenes del dios Tetzauhteotl y guiados por Huitzilopochtli salieron a la larga peregrinación que se les había indicado varios pueblos.

Todos salieron de Aztlán buscando la tierra prometida por Huitzilopochtli pero no todos llegaron a su destino, la marcha duró exactamente 210 años y durante ese tiempo los diferentes pueblos se fueron separando y fundando ciudades.

Los Tepanecas fundaron Azcapotzalco, allí se quedaron los Tepanecas y prosperaron mucho llegando a ser un pueblo conquistador y dominante.

Los grupos que acompañaban a los mexicas continuaron viaje y luego el grupo de los Culhuas se establecieron y dejaron de pereguinar.

Luego dejarían el grupo de viajantes los Chalas, los Xochimilcas y los Tlahuicas y los Tlaxcaltecas, todo eso sucedió en diferentes épocas y cada uno de estos pueblos fueron fundando sus ciudades y se fueron estableciendo, pues la peregrinación duraba demasiado y no encontraban por ningún lado la señal del dios Huitzilopochtli.

Esta señal era que en el lugar donde encontraran a un águila sobre un nopal devorando una serpiente, ése sería el lugar prometido, en donde prosperarían y llegarían a ser un gran pueblo.

No la encontraban por que Huitzilopochtli había elegido al pueblo mexica para que encontrara la tierra prometida que estaba reservada sólo y unicamente al pueblo mexica.


 

El pueblo mexica continuó camino ya solitarios y llegados a un gran lago de fértiles tierras vieron asombrados la imagen que Huitzilopochtli les había profetizado, sobre un nopal estaba una enorme águila comiendo una serpiente, quedó todo el pueblo mexica parado y entonces Hutizilopochtli nuevamente habló y dijo: es aquí donde os asentaréis y fundaréis una nueva ciudad.

Los mexicas comenzaron a construir la que luego sería la ciudad mas hermosa y grande hasta entonces conocida, Tenochtitlán.

Una ciudad en medio del lago con canales y sembradíos, con gran y abundante vegetación y prosperaron tal como Huitzilopochtli les había indicado.

Las pueblos que habían viajado con ellos desde Aztlán les hicieron la guerra e intentaron conquistarlos pero tal y como había sido profetizado el pueblo mexica venció y conquistó a todos los que se enfrentaron.

De esta forma el pueblo mexica gobernó todo el valle y se expandió, todos los otros pueblos rendían tributo a Tenochtitlán.

Tenochtitlán es hoy en día ciudad de México, si en alguna ocasión visitáis ésta ciudad no os olvidéis que Huitzilopochtli guió al pueblo mexica hasta su lugar de asentamiento y fueron un gran pueblo que prosperó y conquistó a todos los pueblos que le rodeaban.

El nombre de México viene precisamente de la adoración que los antiguos mexicas tenían por Huitzilopochtli o Mexitli y significa el hogar de los mexicanos.

Todavía hoy se pueden ver algunos vestigios de aquel gran imperio mexica en la actual México.

 

 

 

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